LA MEJOR PARTE DE DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO

La mejor parte de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

La mejor parte de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

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La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos

Inmaculado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que Cuadro creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan excelso de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo serio Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan excelso; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .

Te suplico la Agudeza que me recibas en el núsimple de quienes te sirven con amor, pero que, al pie de la Cruz, a todos nos recibiste como hijos tuyos.

Como se puso de pie a los pies de la cruz, traspasada por la espada del dolor, mirando los Fanales de su hijo.

Inmaculado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que Cuadro creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte Bancal Verdadero; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido atinar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Raíz nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor .

El libro del Cataclismo, nos describe a la "Mujer vestida de sol, con la vidriera a sus pies y coronada con una corona de doce estrellas...y nos dice que "gritaba con dolores de parto"

En los enlaces proporcionados se dice que están aprobadas estas devociones, por lo tanto no hay problema alguno. No conocemos las alabanzas que usted menciona, pero su nombre parece indicar que es poco bueno.

“Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

La Chispa del tercer dolor acento directamente de la penuria de seguridad: “Los consolaré en sus dolores y los juntarseé en su trabajo”.

Buenas noches catolicidad: ¿Es obligatorio diezmar? ¿Que pasa si me atraso en mi diezmo? ¿Se convierte en una deuda que debo satisfacer? Quisiera entender si es obligatorio, le pregunte a mi confesor si lo es, pero desgraciadamente no remembranza lo que dijo. Bendiciones

La Iglesia nos invita a meditar en los dolores de la Virgen, especialmente en siete de ellos. Siete es un numero que en jerigonza bíblico es símbolo de plenitud o totalidad.

¡Oh Raíz afligidísima, y por todos conceptos llena de amargura! Compadecido del acervo dolor que martirizó vuestro corazón en el cruel avenencia de vuestro Hijo en la calle de Amargura, al verle desfigurado, satisfecho de dolores, saciado de oprobios y oprimido por el bajo peso de la cruz, os suplico con humilde rendimiento y sincero dolor de mis pecados, que me alcancéis gracia para levantarme de mi mortal abatimiento, a fin de que fortalecido con el ejemplo de vuestras soberanas virtudes, tenga valor para sostenerme en mis terribles caídas en el camino del pecado, y socorredme para que no sucumba bajo su peso, y renueve los tormentos de mi Salvador, y vuestro dolor y amarguras.

¿Quién de nosotros puede siquiera imaginar la magnitud del dolor que María debe sobrevenir estado experimentando en este momento de la vida de su hijo? Ella, próximo con Jesús, tuvo que entregarlo todo al plan de Dios.

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